En el año 1995, en el medio del descalabro menemista, la ilusión de que un peso valía un dólar, la confusión de internet, las punto com y los viajes a Miami de la clase media argentina sintiendo que estábamos en el primer mundo, tuve una visión premonitoria: hice una foto para representar una característica de personalidad de un "chanta" rioplatense.

Inventé un vendedor de terrenos virtuales. Algo que parecía un chiste, un futuro orwelliano, algo que nunca iba a pasar. Ahora, 26 años después, basta con poner en google la palabra “terrenos virtuales” y aparecen opciones que pueden superar los cientos de miles de dólares.

Debo confesar que no termino de entender estos cambios tan vertiginosos de dinero virtual, bitcoins, nfts, blockchains, ethereum y metaversos. Por eso me gusta el nombre de la plataforma: Enigma. Es como subirse a un tren fantasma hacia lo desconocido. Es mucho para mi. Mi ilusión, mis planes, para este momento de mi vida eran ponerme a pintar acuarelas y tomar mates mirando el río. Sin embargo, acepté el desafío incentivado por mi equipo de colaboradores con quienes trabajo desde hace mucho tiempo, de crear el “LÓPEZVERSO”.

Obviamente el nombre parece un chiste. Como el vendedor de Terrenos Virtuales de mi foto de 1995. Sin embargo es un proyecto en el que estamos tratando de innovar, poner en práctica una forma de desarrollo híbrida entre lo real y lo virtual para generar proyectos que tienen que ver con el arte, la educación y poner nuestro grano de arena para encontrar nuevas formas comunitarias de interacción en función de una mejor calidad de vida. Es un proyecto dinámico, interactivo, una comunidad de investigación, creación y financiación colectiva de proyectos artísticos y educativos de triple impacto. Un medio y un fin a la vez. Un canal de expresión. Una comunidad que nace en el universo virtual con el objetivo de tomar consciencia y mejorar la calidad de vida real.

A través mío, como mascarón de proa y marinero de este barco, te invito a formar parte.

Marcos López